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REVISTA VILLENA 1976

REVISTA VILLENA 1976

El Batallón Infantil



 

 

 

 

 

 

 

 Honrar la memoria de los que nos precedieron y dejaron, en cualquier faceta de nuestro pueblo, la contribución de su esfuerzo y la aportación de su iniciativa, es homenaje que no deseo eludir. Vaya esta colaboración como recuerdo para la tarea de unos hombres y unos niños que, a principios de siglo, dieron ejemplo de buen hacer, al situar al Batallón Infantil de las Virtudes N.° 8 (se acordó dar este número por ser el día de la Festividad de Nuestra Patrona), como uno de los mejores, sino el mejor, de los que en aquella época se constituyeron en todas las capitales y poblaciones importantes. En los albores del año 1904, el Ayuntamiento, presidido por D. Joaquín Herrero Valdés, toma el acuerdo de organizar en Villena un Batallón Infantil. Nombra Director de la importante misión al Jefe de la Guardia Civil de esta línea, primer Teniente D. Eduardo Aparisi y Piera, quien, desde el primer momento, cuenta con la inestimable colaboración del segundo Teniente, en calidad de retirado, D. Victoriano Coloma Beltrán y la de D. Ignacio Sauco Chaumel, el cual toma a su cargo la preparación de la banda de cornetas y tambores. Había. en primer lugar, que hacer el reclutamiento de los futuros «soldados» y, para ello, se cursa una circular a las distintas escuelas de la población, que aportan con exceso el número de los que se necesitaban y tal fue el eco que despertó la llamada. que aún tuvieron que denegarse peticiones de inscripción. Todo se lleva a cabo con rigurosa minuciosidad y atendiendo hasta el más insignificante detalle. Medición, reconocimiento, y, para los que deseaban ser Oficiales, exámenes selectivos de un tribunal, que estuvo presidido por dos militares pertenecientes al Regimiento de guarnición en Alicante. Es de justicia añadir que no hubo exclusiones discriminatorias. Los padres pagaron la indumentaria de sus hijos; y los menos dotados económicamente se acogieron a la base 4.. de la circular y sólo costearon una pequeña parte del uniforme. El resto fue atendido por el Municipio, que sufragó asimismo las cornetas, tambores, banderines y bandera. Las aportaciones de los vecinos completaron el importante gasto que tuvo que realizarse. En el mes de Abril y en el lugar denominado «Reancho Hernández», comienza la instrucción de los «reclutas). Curiosos eran los ejercicios del instructor Sr. Sauco que, a los que tocaban las cornetas, les sostenía unas agujas cerca de sus mejillas. Para que no hincharan la boca con el aire que expulsaban de sus pulmones. Al cabo de unos meses habían conseguido lo que se propusieron en principio: Una excelente disciplina, la armonía en los movimientos y la gallardía y marcialidad en los desfiles. Fruto todo ello de un metódico trabajo, en el que no se regatearon esfuerzos ni sacrificios. Antes de describir los hechos más sobresalientes del Batallón, dejemos constancia de su composición y de los nombres de algunos de sus elementos. El total de soldados era de unos 350, divididos en cuatro compañías y cada una de ellas en tres secciones. Los Jefes y Oficiales obedecían al siguiente esquema:

 

TENIENTE CORONEL……….. …FRANCISCO FERNANDEZ MOSCOSO

COMANDANTES………………... ANTONIO GALBIS MARTINEZ

JUAN BELLOD BELLOD

CAPITAN AYUDANTE…………..PEDRO FERNANDEZ BARRANCO

CAPITANES……………………….CRISTOBAL PEREZ GOZALBEZ

LUTGARDO DELGADO DE MOLINA

JERONIMO HERNANDEZ LOPEZ

ADOLFO PONS PELAYO

CAPITAN ABANDERADO……….EDUARDO APARISI CALATAYUD

SACERDOTE………………………ANDRES HERNANDEZ MOLINA

MEDICO…………………………....FRANCISCO ESQUEMBRE HURTADO

PRIMEROS TENIENTES………….JUAN ESQUEMBRE HURTADO

ANGEL ESQUEMBRE CARRERAS

JOAQUIN SANDOVAL AMOROS

DOMINGO YUSTI

Ocho segundos Tenientes.

Sargentos y Cabos.

Escuadras de Gastadores compuestas por ocho números.

Carrero: José RIBERA. La banda de cornetas y tambores compuesta por 18 y 9 números, respectivamente. Teniente Coronel, Comandantes, Capitán Ayudante, Médico y Sacerdote, montaban seis caballos pamploneses negros y los tres primeros tenían otras tantas ordenanzas a su servicio que cumplían con todo rigor su cometido. Ensillaban y cuidaban los caballos seis personas mayores que se dedicaban solamente a estos menesteres. Los uniformes estaban constituidos por las siguientes piezas: ROS gris con funda de charol blanco para verano y negra para invierno, tocado con pluma blanca que lucía el Estado Mayor. El resto de Oficiales y tropa llevaban pluma roja. GUERRERA azul, enmarcada con galón negro y botones dorados. Bocamangas, estrellas y hombreras bordadas en oro; en el cuello el número 8. La hombrera llevaba el anagrama A XIII. PANTALON rojo con dos franjas laterales en azul. De paño extra al igual que la guerrera. POLAINAS y botas para desfiles. ALPARGATAS de cintas para marchas e instrucción. CALCETINES blancos. SABLES de la fábrica de Toledo. CORREAJES. FUSILES y machetes fabricados en la fundición de D. Vicente Rodes, de Villena. BANDOLERA. GUANTES blancos. TERCIANA para paseo. Los roses de los Oficiales adquiridos en la fábrica del Sr. Marañón, de Toledo, y los de la tropa, en una sombrerería de Villena, llamada de Baldomero Collado y situada en lo que hoy es Avenida del Generalísimo n.° 6. El uniforme del cura era negro con las bocamangas y cuello de terciopelo morado, al igual que el ros. El del médico, guerrera roja y pantalón azul con franjas rojas. Y el del carrero, chaqueta con amplias solapas; sombrero de ala ancha y polainas con flecos.



 

Destaquemos ahora los momentos que estimamos más decisivos en la vida del Batallón. Hace su primera aparición pública el día 5 de Septiembre de 1904, saliendo a las 3 de la tarde del patio de la casa de D. Cristóbal Amorós, situada en la calle de Sancho Medina, y se dirige al Colegio de las Hermanas Carmelitas para recoger la primorosa bandera generosamente bordada por ellas, en obsequio a la Virgen de las Virtudes. Participan después en la Entrada, detrás de la última Comparsa, desfilando al compás de las marchas que interpretó la Banda del Regimiento de Infantería de Marina de Cartagena. El éxito por su brillantez fue inenarrable. Durante los días de Fiesta intervienen en todos los actos del programa. La bendición de la bandera se llevó a cabo a las 5 de la tarde del día 6, en la Capilla del Asilo. Fueron sus padrinos la Srta. Virtudes Yáñez Tortosa y D. José Hernández Villegas El impacto causado por el Batallón a propios y extraños fue tal, que el Ayuntamiento, en sesión del 9 de Septiembre, e interpretando el sentir unánime de todo el pueblo de Villena, concede el título de Hijo adoptivo al Primer Teniente de la Guardia Civil D. Eduardo Aparisi y Piera y agradece la colaboración de D. Victoriano Coloma Beltrán y

D. Ignacio Sauco Chaumel. No olvida a las Hermanas Carmelitas, a quienes felicita por el magnífico bordado de la bandera. Todavía Villena paladeaba el éxito alcanzado por su infantil Batallón, cuando ocurre una tragedia irreparable, que incluso comprometería la supervivencia del mismo.

El triste acontecimiento se desarrolló un domingo del mes de Febrero de 1905. El Teniente Coronel, Francisco Fernández Moscoso, había salido a divertirse por las vías del ferrocarril con un amigo de su misma edad. Encontraron casualmente una vieja pistola y estuvieron manipulándola y jugando con ella. Al retirarse a sus domicilios, frente a lo que hoy es el Cine Imperial, el arma fue disparada por su compañero y una bala, que quedaba en la recámara, le penetró por un ojo y lo mató en el acto.

El entierro constituyó una impresionante manifestación de duelo. El Batallón en pleno participó en el sepelio. Los Jefes y Oficiales portaban las seis cintas negras que pendían del ataúd. Su caballo, con arreos negros y manta de terciopelo del mismo color, acompañó también a su Jefe hasta la última morada. Y el pueblo entero se unió al dolor de familiares y amigos.

Pero los pequeños se comportaron en la adversidad como verdaderos militares. Había que reaccionar, recobrar la confianza, puesto que muy pronto pasaría por nuestra Ciudad S. M. el Rey Don Alfonso XIII, que realizaba una visita por la región valenciana. Autoridades e Instructores decidieron seguir adelante, pese a esta contrariedad, e hicieron los siguientes nombramientos: Teniente Coronel, al Comandante Antonio Galbis Martínez. Comandante, al Capitán Ayudante Pedro Fernández Barranco. Capitán Ayudante, al Capitán Lutgardo Delgado de Molina, Capitán Manuel Selva Hernández.

Nuevas sesiones de instrucción y entrenamiento del Batallón, lo prepararon para que, en la mañana del 15 de Abril y en la Estación, rindiera a S. M. los honores de ordenanza. El Rey, gratísimamente impresionado por su disciplina y compostura, preguntó quién había sido el instructor de la banda de cornetas y tambores, tal era su perfección y le presentaron a D. Ignacio Sauco Chaumel, quien subió al tren real para recibir las felicitaciones, con la ropa de trabajo que utilizaba en Bodegas Amorós, pues no le dio tiempo de cambiar su indumentaria.

S. M., felicitó asimismo a los Sres. Aparisi y Coloma, manifestando al Sr. Alcalde que el Batallón podía denominarse, en adelante, REAL Batallón Infantil de las Virtudes n.° 8, alto honor que la primera autoridad agradeció, emocionada, en nombre de Villena. Señalemos con satisfacción que, con anterioridad a la visita Real, el Batallón también mereció el aplauso de los Excmos. Sres. General Jefe del Estado Mayor Central, Marqués de Polavieja y del General Gobernador Militar de la provincia D. Federico Escarios, quienes a su paso por esta Ciudad, pudieron admirar, junto a su buena organización, el magnífico equipo con que estaba dotado.

 

El viaje que nuestros pequeños militares hicieron a Elche fue otro de los gratos acontecimientos de la vida del batallón.

Una comisión del Ayuntamiento de dicha población enterado de la justa fama del mismo, solicito de nuestras autoridades que se desplazara allí para intervenir en sus fiestas.

A las 11 de la mañana del 26 de Diciembre de 1905 y en un tren especial, llegaron a la ciudad de las palmeras.

Durante el viaje el agua cayó en abundancia, y el recibimiento oficial seria en el Ayuntamiento

La comisión organizadora los alojo en casas particulares donde se les acogió con gran cariño. A la tropa le fue servida una comida costeada por el municipio, y hubo a sí mismo una singular recepción para los jefes y Oficiales, con la asistencia de las autoridades locales.

A los postres hubo discursos y brindis de todos ellos. Recogemos el que realizo el primer Teniente Juan Esquembre Hurtado, quien alzo su copa y dijo:

“Fortuna inmensa el haberos conocido. Yo llevaré por doquier la noticia de que existe un pueblo magnánimo, ilustre colonia romana en otros tiempos Y hoy ciudad bellísima”

 

El día 28 a las 10 de la mañana, el pueblo de Elche despidió a nuestro Real Batallón. Las familias que habían alojado a nuestros pequeños la historia de dos pueblos de la provincia a nuestros pequeños, acudieron cono obsequios y presentes para ellos.

Aquellas jornadas constituyeron una bella historia en la página en la historia de nuestra provincia.

El Real Batallón quedó disuelto en 1907. El reclutamiento de nuevos «soldados» y la renovación de uniforme, a que lógicamente ya no constituí novedad, fueron sus principales causas.

Pero ahí queda la palpable demostración de que, con ilusión, voluntad y sacrificio, se pueden alcanzar las metas más insospechadas.

Yo os pido, amables lectores villenenses, que cuando el día 5, veamos pasar las Comparsas, un cariñoso recuerdo para el Real Batallón Infantil de las Virtudes n.° 8', pues hace 73 años que se desfiló por primera vez.

ATRAS